Hace casi 6 años nos fundamos y empecé a buscar el lugar ideal para tener nuestras oficinas. Poco tiempo después rentamos una casa de forma «temporal», con la idea de estar el primer año ahí mientras encontrábamos un lugar más apropiado.
Mientras que si busqué, y efectivamente visité cerca de 300 ubicaciones posibles, nada llenaba enteramente mis expectativas.
Solamente hubieron 2 lugares que me habían gustado en Monterrey (uno en Fleteros y otro en Vasconcelos), el primero me lo ganaron y el segundo por alguna razón desconocida (creo haberle caido mal a la corredora) se «hecharon para atrás», lo cual fue algo desafortunado porque lleva ya 15 meses sin rentarse.
Al mismo tiempo, en varias ocasiones que había tenido que venir a Plaza San Pedro, decía, «aquí estaría bien poner la oficina», pero nunca dí seguimiento a la idea, hasta septiembre del año pasado, que descubrí dos locales juntos con buena vista dentro de la plaza. Realmente estaba en mal estado (todo quien ha entrado que recuerda el local anterior recalca lo feo que estaba), sin embargo tras más de 2 meses de hocus pocus (adecuaciones), quedó listo para nosotros.
Decir que este mes y medio que llevamos aquí ha sido interesante no haría justicia a la historia, ya que ha sido un cambio radical, tanto en clientes como en metodologías (hasta cambiamos nuestro horario), y ha sido un increible incentivo a la moral de todos.
Mientras que hemos ido metiendo adornos, muebles y cuadros, mi querida madre nos regaló hoy macetas y plantas (muchas, ¡y grandes!) y una vez más, hubo un cambio gigante para bien, ahora se siente llena de vida nuestra oficina.
Ven a conocer nuestra oficina, ¡te invitamos!
Mientras que si busqué, y efectivamente visité cerca de 300 ubicaciones posibles, nada llenaba enteramente mis expectativas.
Solamente hubieron 2 lugares que me habían gustado en Monterrey (uno en Fleteros y otro en Vasconcelos), el primero me lo ganaron y el segundo por alguna razón desconocida (creo haberle caido mal a la corredora) se «hecharon para atrás», lo cual fue algo desafortunado porque lleva ya 15 meses sin rentarse.
Al mismo tiempo, en varias ocasiones que había tenido que venir a Plaza San Pedro, decía, «aquí estaría bien poner la oficina», pero nunca dí seguimiento a la idea, hasta septiembre del año pasado, que descubrí dos locales juntos con buena vista dentro de la plaza. Realmente estaba en mal estado (todo quien ha entrado que recuerda el local anterior recalca lo feo que estaba), sin embargo tras más de 2 meses de hocus pocus (adecuaciones), quedó listo para nosotros.
Decir que este mes y medio que llevamos aquí ha sido interesante no haría justicia a la historia, ya que ha sido un cambio radical, tanto en clientes como en metodologías (hasta cambiamos nuestro horario), y ha sido un increible incentivo a la moral de todos.
Mientras que hemos ido metiendo adornos, muebles y cuadros, mi querida madre nos regaló hoy macetas y plantas (muchas, ¡y grandes!) y una vez más, hubo un cambio gigante para bien, ahora se siente llena de vida nuestra oficina.
Ven a conocer nuestra oficina, ¡te invitamos!
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