lunes, 31 de agosto de 2009

Incidente inconveniente

Eran las 9 en la noche del miércoles (pasado), cuando percibí un aroma ...inconveniente entre la entrada y el comedor de la oficina.
Pensando que era la cocina, me fuí, para regresar al día siguiente con una ingrata sorpresa: había empeorado el olor y no era de la cocina.

Debido a que el olor llegaba a todas partes, todos buscamos la fuente, desarmamos ductos de aire acondicionado, movimos muebles, aparatos, cajas, etc; todo sin resultados.

Pronto, los diseñadores, que gracias a Dios están saturados de trabajo, volvieron a lo suyo, y empezaron a llegar llamadas y el equipo de búsqueda fué reduciendose.
Dentro de nuestra búsqueda, nos dimos cuenta que el olor venía del aire acondicionado, por lo que apagamos el área de administración, que era la afectada; llamamos a los señores del aire acondicionado, y pronto se redujo casi por completo el olor.

El viernes voy entrando mientras iba saliendo Gerardo, el director de operaciones, a quien le pregunté:
«¿Ya mejoró la cosa?» a lo que me contestó con cara de terror que no con la cabeza.
«¿Sigue igual?» pregunté, habiendo estado ahí el día anterior y creyendo imposible la otra alternativa. También dijo que no con la cabeza.
Total, entro, y... «o mai gad!» aquí se murió alguien.

Habíamos apagado el aire de administración, pero ahora en el área de diseño web y mi oficina hasta se descolgaban los cuadros tratando de escapar la peste. Gerardo, ávido fanático de las películas, me dice «It's airborne» (haciendo alusión a Outbreak (1995 con Dustin Hoffman)

Los que habían llegado estaban buscando como locos, pero nos pidieron que entregáramos el lunes un proyecto, y los diseñadores se fueron a trabajar.
Tras haber buscado en todas partes con linterna y espejo para lugares difíciles, y no encontrar nada, Gerardo se subió al techo (no como la mamá en el chiste) y encontró la fuente del... aroma.

Provenía de atrás de los condensadores del aire acondicionado, desafortunadamente no cabíamos ni veíamos nada. Total, cuento largo corto, tras la ausencia de los del aire acondicionado, llamamos a unos especialistas, que en cuestión de una hora, llegaron, rompieron la pared que cubría los aires y extrajeron dos tlacuaches (por decencia pongo foto de uno enjaulado).

Enmedio de toda esta conmoción, hubo un problema tonto con el proyecto que entregamos hoy, por lo que se trabajó también el sábado para terminarlo. En Monterrey sin aire acondicionado eso es tortura!

Prendimos velitas, se quitó el olor temporalmente, y ahorita acaban de terminar de desinfectar los ductos, ya podemos usar el aire acondicionado otra vez sin olores!

No hay comentarios:

Publicar un comentario